Cada país de Latinoamérica se ah ido reforzando y protegiendo con armas que en la actualidad no son necesarias. Chile, Argentina,Venezuela, son por ejemplo, países que cuentan con buenas relaciones políticas, con sus países vecinos, pero su aumento de capital para la compra de armas deja a los países hermanos en inferioridad armamentista.
La compra de armas esta demás, sería bueno si las armas que se adquieren son para enfrentar al narcotráfico o el terrorismo que existe en cada país, pero la compra de armas es para disque cuidarse las espaldas de cualquier evento que se pueda acontecer, por ejemplo Venezuela adquiere armas no para luchar contra el narcotráfico
sino para poder tener mayor cantidad de material bélico para utilizarlo cuando ellos lo vean conveniente es decir declarar una guerra a un país que lo último que ah pensado es protegerse.
¿Se está produciendo una acelerada carrera armamentista en Suramérica con la excusa de una renovación del material militar obsoleto? Las cifras manejadas por diversos centros internacionales y el análisis de especialistas apuntan a que en una parte del mundo donde no se han producido graves enfrentamientos en todo el siglo XX, y donde las relaciones políticas entre los Gobiernos son en general buenas, se ha registrado en los dos últimos años una adquisición de material y un salto tecnológico que pueden llevar a un peligroso desequilibrio.
Ecuador, Chile y Colombia son los tres países que en el 2005 dedicaron más porcentaje de su producto interior bruto (PIB) a gastos de defensa, según la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), un observatorio internacional que agrupa a académicos y expertos desde EE UU hasta Argentina. Los tres países citados están en torno al 3,5%, algo que contrasta con el 1,13% de Argentina, o el 0,43% de México.
Paradójicamente, ésta no es la época en la que los países latinoamericanos han dedicado mayor parte de su PIB a gastos de defensa. Mientras en la actualidad la cifra media gira en torno al 1,5%, durante los años ochenta llegaba en ocasiones al 6%. "No es un problema sólo de la cantidad de armas, sino de la calidad de las mismas", destaca Fabián Calle, experto en Defensa de Nueva Mayoría, un think tank argentino especializado en temas de estrategia regional.
Los países que más han gastado en compras para defensa son, de acuerdo con International Institute for Strategic Studies (IISS) y el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), Chile y Venezuela, con 2.785 y 2.200 millones de dólares respectivamente, seguidos por Brasil, con 1.342 millones (1.070 millones), y muy lejos de los 80 millones de dólares (64 millones de euros) invertidos por Argentina.
La gran diferencia está en el tipo de material adquirido. Mientras Chile ha optado por la tecnología más avanzada, Venezuela se ha centrado en material que permita armar a un porcentaje importante de la población civil. Brasil, por su parte, ha incidido más en medios de combate y transporte para asegurar la zona del Amazonas, y Argentina ha comprado radares y misiles de combate aéreo. "Las Fuerzas Armadas latinoamericanas disponen hoy de un armamento que no se corresponde con las teóricas relaciones políticas que existen entre los Gobiernos", advierte Rut Diamint, profesora especialista en Desarme y Defensa de la Universidad Di Tella en Buenos Aires.
Las diferencias son notables en los dos países con mayor gasto. Chile, por ejemplo, ha comprado sistemas de armamento que no existían en la región. En los dos últimos años, el Gobierno de Santiago ha adquirido, entre otras unidades, un centenar de carros de combate Leopard II a Alemania, dos submarinos equipados con dispositivos de disparo de misiles a España y Francia, 10 aviones F-16 con sistemas de misiles aire-aire de alcance medio a EE UU, y otros 18 F-16 de segunda mano a Holanda, pero modificados con tecnología israelí. El PIB dedicado por Chile a defensa nunca baja del 3,5%, y además la llamada ley secreta del Cobre otorga el 10% de los beneficios por venta de dicho metal a presupuesto de las Fuerzas Armadas. Y el cobre está batiendo récords todas las semanas en su cotización internacional.
Sin embargo, desde Chile se subraya que a la hora de medir los gastos en defensa, no todos los países utilizan la misma metodología, y esto genera grandes diferencias al poner unas cifras junto a otras sobre el papel. Según Santiago, su gasto en defensa en 2004 fue del 1,4% del PIB. "Las diferencias con cifras de otras fuentes generalmente se deben a que éstas incluyen partidas como los gastos en policía, seguridad interna, administración aeroportuaria, servicio de guardacostas y, sobre todo, la previsión del personal en retiro de las Fuerzas Armadas y los servicios policiales, lo cual lleva a más que duplicar los montos", destaca Javier Galaz, del Ministerio de Defensa chileno.
Colombia se ha gastado 100 millones de dólares (más otros 700 aportados por EE UU en el Plan Colombia) para la adquisición de carros de combate, piezas de artillería y aviones de transporte a España.
Perú ha comprado una cantidad no determinada de aviones Mig-29 rusos y Mirage 2000 franceses, además de dos fragatas lanzamisiles a Italia. Y estas cifras son sólo el gasto reconocido por los diferentes Estados. "Ésta es una región tranquila en la actualidad, pero sometida a fuertes cambios ideológicos", opina Gustavo Gorriz, director de la revista argentina DEF, especializada en temas de defensa. "Hay numerosas fuentes de crisis, y cuando uno sabe que tiene la fuerza, puede tener la tentación de utilizarla"
Según el Instituto Internacional de Estudios Para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Chile es el segundo importador de armas de América Latina, con 615 millones de dólares en el año 2007, lo que genera preocupación y críticas en países vecinos.
En diez años Chile adquirió dos submarinos nuevos a Francia y España, 350 tanques Leopard 1 y 2 en Holanda y Alemania, 28 aviones cazabombarderos F-16 nuevos y de segunda mano en Estados Unidos y Holanda y ocho fragatas usadas en Holanda e Inglaterra.
Más recientemente se compraron 100 vehículos de combate Marder a Alemania, 12 helicópteros Bell 412 (a Estados Unidos), tres aviones de patrullaje marítimo CASA C-295 (España), diez helicópteros AS535 Super Puma (Francia) y 12 aviones turbo-hélice de ataque y entrenamiento Súper Tucano (Brasil).
En total, desde el retorno a la democracia en 1990 hasta fines de 2010, el país habrá hecho las mayores adquisiciones bélicas de su historia por montos de varios miles de millones de dólares.
El anuncio del gobierno de Venezuela de adquirir 24 aviones de combate rusos Sukhoi ha generado escalofríos en los entendidos.
Para el experto en temas militares, José Robles Montoya, las recientes adquisiciones bélicas del régimen de Hugo Chávez se debe a la intención de fortalecer su presencia en la región, con poderío militar.
"Es preocupante tener más fusiles que hombres. La compra de armas es para darle a Chávez más sustento en Latinoamérica", dijo.
Hace poco, Caracas adquirió 100 mil fusiles de asalto AK - 103 de fabricación rusa y obtuvo una licencia para instalar una fábrica de armas Kalashnikov en su país.
Tanto Estados Unidos como líderes venezolanos de la oposición han mostrado su temor de que la fabricación de armamento sirva para armar a los grupos rebeldes afines a la ideología chavista en América Latina.
"Por donde se le mire, la adquisición de armas por parte de Venezuela es un absurdo total que solo lo puedo entender en una mente delirante como la del señor Hugo Chávez", opinó el analista político Enrique Bernales.
El jurista afirmó también que el plan armamentista en Venezuela podría tener como trasfondo el objetivo de conseguir la hegemonía en la región.
Además, consideró repudiable que los gobernantes en esta parte del continente apelen al término 'equilibrio estratégico' para justificar los gastos en armas.
"¿Cómo se puede hablar de equilibrio estratégico, si la gente se muere de hambre? Ese es un invento de los gobernantes", manifestó Bernales.
Ante ello, el analista dijo no entender hasta cuándo los venezolanos "van a tolerar tanto adefesio".
El gobierno peruano pondrá en conocimiento de su similar de China el programa de inversiones en materia de adquisiciones militares con la finalidad de que las empresas de este país asiático estén informadas de los concursos y licitaciones públicas que se convoquen para este fin y puedan participar en ellos.
Por lo visto Chile está armado hasta los huesos, Venezuela es un país que está gobernado por el dictador Hugo Chávez que planea junto con Argentina, Cuba, Brasil, Panamá, poder ser una gran potencia a nivel Latinoamericano.
Perú por ahora es un país que tiene buenas relaciones bilaterales con los países ya mencionados, pero es el blanco perfecto para que los países vecinos lo ataquen y puedan así apoderarse del territorio, o algún lugar en especial, al parecer solo queda informar como se están armando los países de Latinoamérica, pues los latinoamericanos deben tener conciencia del riesgo que puede significar el crecimiento de la compra de armas en su país.
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